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lunes, 23 de enero de 2012

UN CAMINO SALUDABLE (I)

   Cualquier época del año es buena para superar este reto en forma de kilómetros que tantas y tantas personas han recorrido desde hace mucho tiempo atrás. Lo que no podemos pasar por alto es que para poder superarlo de forma saludable debemos tener una gran preparación física antes y durante esta prueba de esfuerzo, de constancia y de voluntad. Como habréis imaginado estoy hablando del Camino de Santiago y en esta nueva entrada os mostraré los tips o consejos más esenciales para poder llevar a cabo un camino de lo más saludable.

                                     
PREPARACIÓN PREVIA AL CAMINO
  • Debemos comenzar realizando paseos diarios a un ritmo que nos sea lo más cómodo posible y a poder ser, sobre terrenos pedregosos o de montaña, en los que encontremos una dificultad similar a la que nos vamos a encontrar durante cada etapa del recorrido: cuestas, zonas resbaladizas, etc. Una vez que tengamos el cuerpo hecho a estos paseos, iremos aumentando el tiempo de recorrido, la dificultad y el ritmo, para ir incrementando de esta manera nuestra forma física consecutivamente.  


          IMPORTANTE: Nunca nos debemos olvidar al comenzar cada entrenamiento previo realizar un calentamiento general movilizando todas las articulaciones implicadas en el paseo (cuello, hombros, caderas, rodillas y tobillos) y al finalizar realizaremos también estiramientos (gemelos, cuadriceps, isquiotibiales, etc) para evitar así sobrecargas o contracturas musculares.
  • A medida que se vaya acercando la fecha de inicio de la ruta deberemos incorporar a nuestros paseos de entrenamiento la mochila que nos acompañará durante cada etapa en nuestro camino. En este caso le pondremos un poco de peso para acostumbrarnos a ella. Una vez que preparemos la mochila para iniciar el camino debemos tener en cuenta que debe pesar el 10% de nuestro peso corporal, es decir, solo llevaremos con nosotros lo imprescindible.

     IMPORTANTE: Debemos ajustar bien nuestra mochila de forma que no se cargue todo el peso en la espalda provocando lesiones innecesarias, sino que recaiga sobre las piernas. Aflojando las cintas que colgamos en los hombros colocamos a la altura del hueso de la pelvis la cinta que tenemos a la altura de la cintura y apretamos fuerte. Una vez colocada, ajustaremos las cintas de los hombros pero sin tensarlas.
  • Para el calzado se aconseja utilizar botas que sean cómodas, transpirables y que nos sujeten bien el tobillo. Es importante que no estrenemos las botas durante el camino, ya que así nos libraremos de tener que aguantar rozaduras y ampollas inesperadas y que pueden hacer de cada etapa todo un infierno. En periodos de descanso es recomendable utilizar zapatillas cómodas para que descansen los pies.
      
  • Cómo último consejo, pero no por eso menos importante, tenemos que mantener una buena hidratación a lo largo de cada etapa. Con el gran esfuerzo físico que cada ruta requiere, nuestro cuerpo va a perder mucho líquido en forma de sudor y debemos ir reponiendo esta pérdida de líquido siempre que podamos. Además un buen aporte de agua va a mantener nuestros músculos hidratados y a su vez tendrán la elasticidad necesaria para poder evitar posibles lesiones durante el camino.
 Espero que os haya gustado esta entrada y que si tenéis planeado realizar el Camino de Santiago proximamente, tengáis en cuenta estos pequeños consejos que os serán de gran utilidad.

                                   
¡Os espero en la próxima entrada!

 (Continuará....."Lesiones habituales durante el Camino de Santiago y cómo prevenirlas")

lunes, 2 de enero de 2012

FELIZ 2012

Desearos con esta nueva entrada que os venga un 2012 lleno de cosas buenas, de trabajo y sobre todo de salud. Y hablando de salud...se que he estado un tiempo un poco ausente y os pido disculpas por ello, pero quiero que sepais que en este año que acaba de entrar vengo con muchas ganas de ayudaros y con muchos consejos saludables preparados para todos/as aquellos/as que no habeis dejado de seguirme y que valorais este trabajo que hago por vosotros día a día.

¡Un millón de gracias!

Hasta la próxima entrada.